A comienzos del año 1900, los recién casados Cristóbal Hermosilla y Telma Villanueva, plantaron su primer huerto de manzanas limonas, en su campo llamado Los Varones, en San Javier, a orillas del rio Traiguén* muy cerca de Rio Bueno y de La Unión. (*afluente del Rio Bueno).
Esta iniciativa, nace seguramente de sus ancestros asturianos (Villanueva), ó quizás anticipándose a las necesidades para criar a los 12 hijos que estaban por venir. Así fue como con mucha dedicación y energía hicieron crecer este huerto de manzanas, que por muchos años fue parte del sustento y que caracterizó a los Hermosilla Villanueva y al lugar que lo vio nacer.
Este huerto, muy innovador para su época, (los campos se dedicaban principalmente a cultivos tradicionales), permitió la subsistencia y educación de una muy numerosa familia, al proveer de manzanas seleccionadas para producción propia y muy especialmente para terceros, preparando chicha de manzana -bebida tradicional del Chile campesino- que bien procesada y fermentada dieron origen a deliciosos caldos frescos y de guarda.
Este huerto permaneció por casi 100 años en poder de los descendientes de Cristóbal y Telma, esta verdadera tradición familiar fue recuperada en el año 2015 para plantar un huerto de manzanas limonas en las mágicas tierras de Villarrica, junto al volcán y a las aguas de su emblemático lago.
Allí, mas de un siglo después, las manzanas limonas crecen bajo una profesional supervisión, con los más modernos sistemas de riego y fertilización, para que año tras año produzcan manzanas de una calidad única e irrepetible, cosechadas delicadamente a mano y con los más modernos sistemas de producción, pero manteniendo el espíritu artesanal y familiar que Cristobal y Telma supieron imprimir desde el año 1900.
